miércoles, 17 de septiembre de 2008

Dulce, ácida y verde… venganza

Dulce, ácida y verde... venganza

por Alicia Martin y Guido Malzzini


Después de la muerte de la familia Meleverdi, sus compañeros y amigos de la cooperativa resolvieron vengarse. Para cumplir con este objetivo, armaron un plan macabro… muy macabro.


Para comenzar, planearon conseguir un camión que pudiera contener gran cantidad de cajones. Alguien, casualmente, tenía un hermano que trabajaba en un museo de Ciencias Naturales. Y así surgió la idea: la idea de conseguir el elemento mortal, muy letal…


Armado el plan y obtenidos los elementos, la venganza se puso en marcha. Los cajones con varias manijas de metal llevaron en su interior las famosas manzanas verdes Meleverdi… y bien en el centro, un cajón similar lleno… de hambrientos visitantes. El objetivo era eliminar al cabecilla de la mafia manzanera ríonegrina. Sin embargo, el cargamento simula ser un tributo y señal de aceptación de la autoridad de los bonaerenses para con los sureños.


En su llegada al destino, el camión fue recibido con cierta sorna. El chofer que lo había conducido dijo sentir un malestar y desapareció con rapidez. Las puertas del camión fueron abiertas y los cajones comenzaron a ser descargados; todos estaban bien sellados, menos uno… que luego pareció cobrar vida. Sin percibirlo, los hombres se mantuvieron juntos para hacer el trabajo más rápido. De repente, manos que faltan… manijas de metal que sobran… y escarabajos… muchos escarabajos… saciando su voraz e interminable apetito.

Más democracia, menos calorías

Finalmente, el pueblo ha hablado. Pese a que el señor Bergamasco había vuelto de su viaje hace más de dos semanas, ha estado evitando darse una vuelta por este blog tan popular (cuya autoría comparte conmigo). ¿Por qué esta conducta evasiva? La voz de la gente ha proclamado la irrevocable vuelta a "Cuadros de una Exposición" de quien suscribe; así lo muestra la encuesta: un apabullante 69% de los votantes ha dicho que "Sí" a mi triunfal regreso, mientras que un escaso pero respetable 31% ha opinado que "No, es decir, sí". Gracias parciales a todos los paseantes que han hecho legítima mi presencia aquí; espero poder retribuirles su atención pronto.

G. M.


P.S: Señor Bergamasco, todavía espero las disculpas que se me deben desde aquel lejano "Homenaje a Mondrian".