sábado, 22 de marzo de 2008

"Florero aguado"

Una obra de arte no es valorable, carece de valor comercial, no puede pagarse con dinero. No veo qué relación hay entre una moneda de cinco francos y una idea. Hay que amar al Arte por el Arte en sí mismo; de lo contrario, cualquier oficio vale más.

Gustave Flaubert.


Es muy probable que Bergamasco haya querido significar eso mismo que Flaubert cuando me obsequió "Florero aguado" (2000, 35x25 cm; crayones acuerelables s/papel): el cuadro me fue arrojado (como quien "no valora" o "no pone precio" al arte), luego de empujárseme a mí por las escaleras (tal como haría alguien que verdaderamente no valora mi integridad física); toda una declaración de principios estéticos traducida en acción dramática. Dicha declaración tuvo lugar en una jornada que había empezado con una interesante discusión, durante el desayuno, acerca del arte y el mercado y concluyó con una merienda con tostados quemados en la guardia del Hospital Fernández.

G. M.

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