viernes, 16 de mayo de 2008

Whitesnake en Argentina: un fiasco total

por Demetrio Bergamasco*

El miércoles 14 y el jueves 15 tocó en Argentina Whitesnake, la banda británica formada a finales de los '70 y liderada por David Coverdale (ex Deep Purple). Mi decepción fue enorme. Mientras Coverdale no se ocupó de hacer obscenidades con el micrófono, de esconderse detrás de escena, de gritar y desafinar en casi todas las canciones, o de demostrar que tiene menos carisma que una cartera de piel sintética, el show estuvo bastante aceptable.

Los instrumentos no sonaron bien, o al menos lo bien que uno esperaría en el Luna Park. Los solos de batería (¡un solo de batería!) y de guitarras fueron monótonos, poco creativos y sin vuelo musical alguno. Se alargaron mucho más que la línea "A" del Subte, lo cual no es poco. Quiero pensar que al menos sirvieron para que el bueno de David se pudiese tomar un descanso... ¡a tres canciones de haber comenzado el espectáculo!

Coverdale cantó de manera magistral los lentos pertenecientes a los grandes éxitos (que, de toda la discografía de Whitesnake, son los únicos que realmente valen la pena). Con ello confirmó que está más para dedicarse a los boleros junto con Luis Miguel (y otros menos afortunados) que para el heavy metal. Las nuevas canciones (y con ello me refiero a las posteriores al año 1989) fueron una peor que la otra. La interpretación a capella de Soldier of Fortune se reveló genial; desafortunadamente no puedo decir lo mismo de la mini-versión de Stormbringer ni de Burn (ambas de la etapa púrpura de Coverdale), que no estuvieron mal pero no fueron nada más ni nada menos que adecuadas.

Ni siquiera el panfleto que daban en la entrada zafaba: tenía varios errores de tipeo y fechas dsicográficas equivocadas. Eso sin mencionar que invertía (y resignificaba) el nombre del nuevo disco y de la gira: en lugar de Good to be Bad (Bueno ser Malo) decía Bad to be Good (Malo ser Bueno). ¿Era ése un presagio de la mediocridad musical que tantos indefensos, inocentes y cándidos metaleros y yo estábamos a punto de presenciar?


(*) Es el último texto que voy a corregir hasta que D. B. emita una disculpa pública por lo dicho en el post "Homenaje a Mondrian".

G. M.

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